Hacía un poco más de 20 años que donde vivo, el último departamento nunca estuvo habitado, es pequeño y en malas muy malas condiciones, pero hace casi menos de un año lo pusieron a la venta... Entre otras cuestiones de propietaros que no viene al caso, en enero se mudó una familia de 5 personas a este lugar de dos dormitorios con una planta de casa de forma de rombo. Imaginate lo pequeños de los espacios. Papá, mamá y tres menores. Y las paredes algo finas.
Ya desde el principio la situación se avisoraba bastante complicada, porque desde el momento de la mudanza los golpes, ruidos y charlas en tonos en excesivo alto volúmen innecesario, se notó que la paz de tantos, tantísimos años se iba a ver perturbada considerablemente.
Durante los primeros días las niñas gritaba (gritan aún) y gritaban y corrían y golpean todo lo que hallasen en el camino... La cabeza ya iba pidiendo de a poco piedad por tanta hecatombe junto. Pero la paciencia afloraba... Se comprendía el stress del cambio y la mudanza. Con delicadeza, junto a mi familia, les comentamos sobre estos bullicios que se sentían hasta altas horas de la madrugada. La respuesta/excusa del padre fue que las niñas se encontraban con un espacio "más grande" de donde vivían con anterioridad y por eso se hiper-expresaban con gritos... Tuvimos más paciencia.
Todo esto continuo en mayor y menor medida variando pero creciendo en la distribución de los ruidos, música, y cotorrerío a cualquier hora. Hasta el punto que un sábado del mes pasado la música retumbaba en toda la casa, era ya tarde ( y con el derecho a descansar sin la molestia de los ruidos) por la noche fuimos a pedirles de manera cordial que bajaran el volumen, a lo que la señora de la casa (de dudosos modales porque en reiteradas oportunidades escuchamos claramente y a todo hora del día, noche, madrugada y horas inexistentes, como pega alaridos como forma "normal" para comunicarse con los demás y como forma de "disciplinar a su hijas") contestó: "pero hoy es sabado".... Sí claro estimada pero donde termina tu derecho empieza el mío y no tenemos porque escuchar tu música, ponela en un volúmen para solo vos la escuches y no nos hagas partícipes a todos los vecinos. También la intimamos que sí la situación no se resolvía de manera ordenada entre los vecinos procederíamos a una mediación.
Los ruidos van y vienen aún ya que estas personas no comprender, o no tienen la capacidad de comprender los derechos de los demás, no comprenden la convivencia entre vecinos y optan por hacer sus propias reglas.
Pocas veces respetan los horarios de descanso de la tarde y los de la noche a duras penas se cumplen. Más allá del proceso legal que devendrá, qué parte la sinapsis en el cerebro de estas personas no llega a producirse? Por qué de manera deliberaba molestan a los demás, sí es mismas personas te hablan de querer vivir en tranquilidad? Claro la tranquilidad de ellos sin importarles un bledo los demás, total ellos actúan a como gritan...
Pero sí tenés cebrero, porque no lo usás, lunes, martes, miércoles, jueves, etc? Tus bullicios nublan tu poca y limitada inteligencia...
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