lunes, 18 de abril de 2016

La honestidad del amor

En estos dos últimos meses estoy en el medio de un "atravesando", el cual viene con muchas preguntas; algunas más profundas que otras, otras tantas que solo juegan con mi autoestima. 
En las pocas experiencias de relaciones de pareja he descubierto para mi desazón que esos hombres (casi convencida que lo de hombre me lo vienen debiendo) tenían una idea bastante diferente y bastante distorsionada de amor, lo cual no implica bajo ningún concepto mi conocimiento amplio del amor porque aún me falta conocer muchas facetas y aristas. Simplemente he descubierto y lo he sabido desde lo más profundo de mi corazón que el amor viene bien agarradito/pegado de la honestidad y la sinceridad.
No se puede esconder en sonrisas, en tomadas de manos, en discursos leídos de wikipedia, de apariencia de cordura, de relatos (ciertos o no) de dificultades y esfuerzos de la vida, porque aunque esten revestidas de realidad si no eson acompañadas y estan embebidas en verdad son meramente palabras/hechos sin contacto con los sentimientos más arraigados que tengamos.
Es probable que muchos (me incluyo) construyamos barreras para cuidar nuestro ser y nuestros más nobles sentimientos, pero ahí es dónde yo -por lo menos- opto por abrir una ventana y empezar a mostrar esos lados más claro o más oscuros que van más allá de los propios miedos. Los miedos no pueden paralizarnos porque terminaremos aislados. Y tampoco, aunque más grave, se puede pretender seriedad y enamoramientos sí jamás optas por mostrarte tal cual sos, y encima aspirar a que del otro lado recibir lo mismo. Es doloroso ver como ciertos hombres "exigen" madurez, seriedad y ganas, cuando desde ellos mismos no salen esa exigencias y traer consigo mucha deshonestidad y mentiras. 
Es obvio decir: pero claramente no todos los hombres son iguales, claro! Pero solo lo analizo desde mi experiencia.
La última que me ha tocado vivir, por mi parte me había comenzado a abrir, a dejar entrar a mi intimidad más profunda a alguien que supuestamente valía la pena, pero termine comprabando que daba pena. Daba pena y da pena por ser tan deshonesto con sus propios sentimientos, por ser deshonesto con su propia galopante inmadurez y falta de seriedad. Aquello que él pretendía era todo lo que le faltaba y con creces.
No escribo desde el resentimiento, escribo desde el proceso de aprendizaje de esta experiencia, la cual estoy atravesando... 
Desahogo es: porque parece ser moneda corriente la deshonestidad y la falta de verdad a la hora de la relación de pareja. Pareciera hoy día, que el amor no tiene cabida dentro la honestidad, por lo tanto eso, seguro seguro no es amor. Yo quiero amor con honestidad pero con alguien que sepa para sí mismo sus propios límites, sus propios anhelos, sus propias verdades, sus propias oscuridades y no quiera esconderlos tan cruelmente en mentiras. Por mi parte me conozco con debilidades y fortalezas, jamás "vendería espejitos de colores" porque tarde o temprano se romperían y porque construir el amor nunca podría basarse en verdades a medias o realidades distorsionadas. El amor nace primero desde dentro nuestro, y sí ese amor es pleno, real, honesto, leal, sin egoísmo, dado y entregado, entonces sí ese amor puede ser compartido.




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